En este artículo, el principal tema a tratar son los puntos erógenos o zonas erógenas del cuerpo masculino. Tradicionalmente, según la cultura popular, las zonas  erógenas masculinas son pocas y se limitan a sus órganos sexuales; sin embargo, el cuerpo del hombre tiene una infinidad de zonas muy sensibles que la mayoría de la gente desconoce. En la mayoría de ocasiones, al haber poca comunicación en temas de sexualidad en la pareja, muchos hombres no experimentan enteramente con sus cuerpos y desconocen qué puntos les causan más placer que otros. 

Dichas zonas erógenas pueden ser descubiertas y estimuladas a través del masaje tántrico, el cual ayudaría al cliente a conocer su propio cuerpo, así como durante el sexo, en caso de haber comunicación con la pareja sexual  y ganas de complacer al otro de maneras distintas. 

Para conocer todas las zonas erógenas y sensibles del cuerpo masculino, sigue leyendo a continuación.

El pene y el escroto 

Ambas zonas son extremadamente sensibles, ya que contienen una multitud de terminaciones nerviosas. 

En cuanto al pene, se trata de la zona erógena por excelencia, sobre todo la zona del glande o del frenillo, donde se concentra más la sensibilidad. Estas zonas pueden ser estimuladas con una variedad de técnicas, desde toques suaves sobre la piel que producirían un hormigueo muy placentero, o masajes más directos y constantes en la zona. Además, para mejorar la experiencia, se pueden utilizar los labios y suaves lamidas, tanto a través del tronco del pene como solo enfocados al glande: la sensación de humedad potenciará los efectos placenteros. 

El escroto se trata de la bolsa de piel donde se encuentran los testículos, una zona extremadamente sensible que puede ser estimulada a través del tacto, ya sea con los dedos o con las uñas. Lo que realmente les produce placer es la estimulación del escroto, es decir, de la piel, no tanto de los testículos en sí. Hay que tener cuidado con la zona, ya que se trata de una área sensible para cualquier hombre que puede producir dolor ante cualquier movimiento brusco.  

La oreja 

Un punto a veces ignorado que causa mucho placer es la oreja y el lóbulo del oído, ya sea a través de besos y lamidas en la zona, o palabras sucias durante el acto sexual, se trata de una área fácilmente estimulable y generadora de un inmenso placer.
También se pueden utilizar los dedos para tirar ligeramente del lóbulo, de forma suave, y repetir el proceso. Esto, combinado con un beso pasional, puede conducir a una inmediata excitación. 

La oreja se trata de una zona no solo erógena sino extremadamente erótica que trasladará a cualquier hombre al paraíso. A pesar de no tratarse de una parte del cuerpo explícitamente sexual, es una zona donde una adecuada estimulación producirá un goce indescriptible.

Punto G 

Se trata de una glándula que se encuentra en la entrada del ano masculino. A pesar de que la zona es una área tabú para muchos hombres, esta glándula, al ser estimulada, puede intensificar el orgasmo y hacerlo mucho más poderoso. 

Son muchos los hombres que se niegan a experimentar a través de ese medio, sin embargo, actualmente más y más parejas tanto heterosexuales como homosexuales deciden lanzarse a la aventura de descubrir su propio cuerpo y su sexualidad, dejando de lado prejuicios. 

La nuca y el cuello

La nuca y el cuello se tratan de zonas muy sensibles que pueden ser estimuladas a través de los dedos, con una pluma o bien con los labios, para potenciar la excitación durante el acto sexual; esto hará que cualquier hombre se vuelva loco. A pesar de que tradicionalmente ambas zonas se han atribuido al placer femenino, tanto la nuca como el cuello pueden perfectamente hacer que cualquier hombre se rinda ante tanto placer.
Además, son muchos los hombres que tienen preferencia por las uñas femeninas; sentir ligeramente el roce de las uñas en la nuca y el cuello mientras os besáis es una forma segura de que tu excitación aumente.

Conclusiones

En conclusión, el cuerpo masculino puede ser muy sensible al tacto y producir extremo placer, independientemente si los órganos sexuales son estimulados o no. Además, para una buena relación es esencial conocer el cuerpo y preferencias de tu pareja, ya que con el tiempo el sexo se puede convertir en una tarea monótona y es importante saber aderezar el momento con nuevas experiencias, sensaciones y sorpresas para tu pareja. 

¿A qué esperas para poner embarcarte en tu proceso de autodescubrimiento?