Las obsesiones sexuales a menudo son vistas como algo malo o perverso. Sin embargo, es importante aclarar que no siempre tener una obsesión sexual, conduce a un mal comportamiento.

La realidad es que este tipo de obsesiones están muy ligadas a los trastornos obsesivos compulsivos. Por lo tanto, es importante determinar cómo se desarrolla una obsesión sexual, y que rol juega respecto al trastorno obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo y las obsesiones sexuales

Una persona con un trastorno obsesivo compulsivo, se caracteriza por desarrollar un impulso incontrolable de realizar un acto. Es decir, son compulsiones que a menudo se quieren hacer de forma repetitiva.

Este tipo de trastorno también se caracteriza por las obsesiones. Es decir, la incapacidad de una persona para dejar de pensar en una cosa o imagen sin experimentar ansiedad. Cuando sucede, la persona puede obsesionarse con pensamientos violentos, agresiones, y también las obsesiones sexuales.

Obsesiones sexuales comunes

Si bien es cierto que una persona puede experimentar una amplia gama de obsesiones sexuales. A menudo las obsesiones más comunes consideradas como prohibidas, incluyen las siguientes:

  • Brutalidad
  • Infidelidad
  • Violencia
  • Esclavitud
  • Sadismo o masoquismo
  • Pensar en los amigos en términos sexuales

Es interesante mencionar que entre el 6 y el 24% de las personas con trastorno obsesivo compulsivo. Experimentan alguna forma de obsesión sexual. Sin embargo, este porcentaje puede ser incluso más alto debido a que no todos comparten estos pensamientos.

También es importante destacar que si bien en general se piensa que la obsesión sexual es algo exclusivo de los hombres. Lo cierto es que tanto hombres, como mujeres con trastorno obsesivo compulsivo, pueden experimentar estas obsesiones en un porcentaje similar.

También debemos tener en cuenta que estas obsesiones sexuales pueden presentarse con o sin compulsiones. Además, el que una persona experimente estos pensamientos no necesariamente significa que los llevará a cabo.

Una obsesión sexual no es una fantasía sexual

Otro aspecto a destacar sobre las obsesiones sexuales es que no son iguales a las fantasías sexuales. Es decir, una fantasía sexual a menudo se relaciona con el placer o el deseo, alcanzables o no.

Por el contrario, las obsesiones sexuales son pensamientos no deseados. Incluso la mayoría de las veces provocan angustia, debido a que suelen relacionarse con la ansiedad, la vergüenza y el desprecio por sí mismo.

También es un hecho que las personas con este tipo de trastorno, se preocupen de que una obsesión sexual prohibida o ilegal, les conduzca a actuar en base a esos deseos. A diferencia de una persona que podría actuar siguiendo estos impulsos.

Una persona con trastorno obsesivo compulsivo encontrará la obsesión sexual inmoral. Por lo tanto, se sentirá mal ante la idea de actuar de esa manera. Evidentemente no es el caso necesariamente de las personas que cometen delitos de índole sexual.

Es decir, no obstante que están conscientes de que dicho comportamiento es incorrecto, normalmente hacen realidad sus pensamientos como una forma patológica.

Cuando el trastorno obsesivo compulsivo es acompañado de la obsesión sexual. Una persona puede ver exageradamente pornografía. También es posible que se masturbe con demasiada frecuencia, como una forma de combatir esos pensamientos no deseados.

¿Cómo se tratan las obsesiones sexuales?

Los especialistas en trastornos obsesivos compulsivos, pueden reconocer fácilmente la obsesión sexual como un síntoma del trastorno. Si no existen factores de riesgo, brindarán su ayuda para que la persona comprenda lo que le sucede.

Además, las obsesiones sexuales se tratan de la misma manera que cualquier otra obsesión. En estos casos el tratamiento puede requerir una combinación de medicamentos, además de psicoterapia.

A menudo esta psicoterapia se brinda en forma de terapia cognitiva y terapia conductual. También es común que las obsesiones sexuales se traten con una terapia de prevención de exposición y respuesta.

En este caso en particular, los ejercicios pueden incluir el relato de una obsesión sexual. (Esto puede ser a través de una cinta de audio). La persona debe escuchar la cinta una y otra vez hasta que la obsesión ya no le produzca ansiedad.

También se pueden desarrollar otra variedad de ejercicios de exposición en base al tipo de obsesión sexual que se tenga.

Sin embargo, para que un tratamiento para obsesiones sexuales funcione. Es fundamental que la persona revele la naturaleza completa de su obsesión. Es decir, si una persona está experimentando pensamientos obsesivos y no deseados sobre el sexo, debe contarlo.

Incluso si esos pensamientos son extremadamente angustiosos o muy vergonzosos. Además, todo esto que se comparta con el terapeuta, no solo se mantendrá en absoluta confidencialidad. También serán recibidos con una actitud abierta y sin prejuicios.

Conclusión

El terapeuta encargado de tratar las obsesiones sexuales, estará en la mejor disposición para ayudar con los síntomas. Sin embargo, debe ser consciente de todos los pensamientos u obsesiones sexuales que experimenta la persona.

Es decir, el problema no podrá solucionarse si no se reconoce. Por lo tanto, si se experimentan estas obsesiones sexuales recurrentes, lo más recomendable es ser totalmente abierto al respecto.