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Una de las preguntas que con mayor frecuencia nos hacen nuestros clientes es: ¿el masaje tantra-erótico o Lingam es sexo? Y es que se trata de una de las primeras dudas que todo aquel que desea recibir un masaje tantra erótico, en cualquiera de sus modalidades, se plantea la primera vez.
¿Compartes esta incertidumbre? ¡No te preocupes! A lo largo de este artículo te contaremos las razones por las cuales se suelen confundir los masajes tantra-eróticos con el sexo.
También te contaremos qué es exactamente un Lingam y un Yoni para que puedas conocer las principales características de estos dos tipos de masajes tan importantes e influyentes en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Pero no perdamos más tiempo, vamos a comenzar por responderte a la pregunta inicial.
¿El masaje tantra-erótico es sexo?
Los occidentales hemos oído hablar mucho sobre esta popular corriente espiritual llamada Tantra, pero muy pocas personas saben realmente en qué consisten sus prácticas. Incluso, se lo suele llegar a confundir con el Kamasutra.
En todo caso, hay algo que deseamos dejar claro desde el primer momento: el masaje tantra-erótico o Lingam NO es sexo.
¿Entonces qué es? Pues vayamos paso a paso, porque para comprender la razón de esta diferenciación hemos de remontarnos a los orígenes del Tantra, a su significado y a su objetivo primordial.
¿Qué es el Tantra?
El término Tantra, que en lenguaje devánagari se escribe त., es de origen sánscrito y significa “tejido, telar, parte esencial, regla o doctrina”. Se trata de una filosofía mística que nació en lo que hoy conocemos como India y data de más de 5 000 años.
El Tantra es una forma de entender la vida y de relacionarnos con los demás. Es una filosofía en la que se busca unir el cuerpo con la energía espiritual Divina a través de la canalización de nuestra propia energía. El objetivo último de esta doctrina es el de profundizar en el conocimiento de uno mismo y esto abarca todos los campos de la vida, incluso el sexual.
Esta corriente espiritual nos dice, en definitiva, que el ser humano puede volver a su fuente creadora si pone en marcha una serie de prácticas que activen su energía. De este modo llegará a conectarse con el Universo y lo Divino.
El Tantra y la sexualidad
Para el Tantra, el sexo tiene un significado sagrado. Muchas de sus prácticas y ejercicios están destinados a aumentar la energía sexual con el fin de alcanzar la Iluminación.
¿Sabías que la mayor parte de la energía de nuestro cuerpo permanece inutilizada? Y es que si no la sabemos canalizar correctamente, esa energía permanece latente y a la espera de que podamos darle algún uso. En este sentido, el sexo es una maravillosa forma de emplearla para nuestro beneficio personal. Y el masaje tántrico-erótico es la herramienta perfecta para ayudarnos en la tarea.
Es innegable que la sexualidad bien entendida es la llave de la integración con el mundo que nos rodea. En este orden de cosas, se trata de una fuerza extremadamente poderosa que puede ser usada para elevar nuestro estado de conciencia.
Habrás escuchado innumerables veces que el cuerpo es el templo del alma. Es por ello que el masaje tantra-erótico no ha sido diseñado para tener sexo por diversión sino para canalizar nuestra energía creativa y transformarla en elevación espiritual.
A través del masaje Lingam o del masaje Yoni, tu masajista buscará activar tus puntos energéticos de modo tal que, a medida que tu cuerpo se relaja, tu mente se calma, tus emociones se aquietan y, poco a poco, irás entrando en contacto con un estado de conciencia superior.
En definitiva, los masajes eróticos no solo son una herramienta motivacional que proporciona un gran placer sexual tanto a hombres como a mujeres. Gracias a un masaje tántrico erótico proporcionado por masajistas profesionales, podremos evolucionar espiritualmente, llegar a profundizar en nosotros mismos y en nuestra esencia Divina, descubrir nuestras zonas erógenas más sensibles, mejorar nuestra relación de pareja y aprender disfrutar con ella plenamente de las mieles del sexo.
¿Cuáles son los masajes eróticos más conocidos?
Como podrás ver en la carta que ofrecemos en nuestro Centro de Masajes Barcelona, existe una gran diversidad de masajes eróticos. Entre ellos, los dos más conocidos son el masaje Lingam, que se relaciona con el pene, y el masaje Yoni, que se relaciona con la vulva o vagina.
¿El masaje Lingam es sexo?
El masaje Lingam es el masaje tántrico destinado a los hombres y no es sexo propiamente dicho. Se trata de un masaje especialmente importante para la práctica del Tantra porque la zona erógena masculina es la que se conoce como “Punto sagrado”.
¿Por qué no es sexo?, te estarás preguntando. La respuesta es: porque no busca la eyaculación sino que su objetivo principal es el de activar las zonas erógenas masculinas, aumentar el deseo sexual e impulsar el placer en todas sus variantes.
No obstante, hemos de decir que el Lingam se trata de un masaje tan impresionantemente sensitivo que la eyaculación suele llegar a ser el desenlace inevitable.
¿Cómo se realiza un masaje Lingam?
Es importante hacer hincapié en que todos nuestros masajes se realizan en un íntimo y lujoso ambiente tántrico a media luz, acompañado de velas aromáticas y música relajante.
Después de que el receptor del masaje, recostado sobre un tatami o un futón e íntegramente desnudo, se encuentre totalmente relajado gracias al masaje previo, dará comienzo el masaje Lingam propiamente dicho. Cuando la masajista o el masajista erótico de su elección haya iniciado el masaje en el pene, no solo su cuerpo estará
completamente relajado sino que también su mente y espíritu habrán entrado en un estado de meditación.
El masaje se realiza acariciando de forma alternativa el pene y los testículos, variando la intensidad, la frecuencia y la presión en cada caricia. La firmeza y la suavidad empleadas por la masajista se irán alternando para proporcionar al hombre un placer inigualable.
Durante el masaje Lingam es posible que la erección disminuya, pero no existe motivo de preocupación ya que es algo absolutamente normal y se debe a los cambios de presión. Lo más importante es mantener el ambiente erótico en todo momento y por todo lo alto.
Es posible que la masajista erótica alargue el momento de placer acariciando la zona del perineo en círculos y aplicando sobre ella delicadas presiones.
No olvidemos que el objetivo del masaje Lingam no es la eyaculación, sino el alcance del placer para conectar con nuestra parte Divina. Sin embargo, es muy probable que todo este ritual termine con el orgasmo y no solo eso, sino que ese orgasmo sea el más placentero que el destinatario del masaje haya tenido en la vida.
¿El masaje Yoni es sexo?
Si bien alcanzar el clímax suele ser la consecuencia deseada e inevitable, el masaje Yoni no es sexo. Y, como cualquier otro masaje tántrico, no tiene como finalidad el orgasmo sino la conexión con lo Divino a través del placer sexual.
¿Cómo se realiza un masaje Yoni?
Al igual que el masaje Lingam, el masaje Yoni se lleva a cabo estando inmerso en un ambiente tántrico íntimo engalanado con velas aromáticas y acompañado de música suave y relajante.
Las zonas eróticas femeninas son mucho más sensibles que las masculinas, por lo que un masaje Yoni ha de ser brindado de forma completamente diferente. En la mujer interviene su mente como punto clave y central del masaje, por lo que las caricias han de ser mucho más delicadas y sobre todo, realizadas con especial mimo y cuidado.
Con la mujer completamente desnuda, el masaje se inicia con suaves caricias en los pechos, abdomen y muslos. Para que la sequedad vaginal no produzca irritaciones, las manos del masajista erótico estarán impregnadas de un gel específico para masajes o de un aceite lubricante.
Los movimientos de las manos del masajista o de la masajista erótica han de ser realizados en círculos para ir activando, poco a poco, la excitación de la mujer. Una vez el cuerpo femenino esté completamente receptivo, se pueden iniciar los masajes en los labios vaginales. Eso sí, siempre con mucha delicadeza.
Las caricias han de ir variando en intensidad y velocidad, siempre teniendo en cuenta las sensaciones que la destinataria del masaje está experimentando. Para ello, el diálogo íntimo es fundamental, así como lo es prestar atención a sus gestos y gemidos de placer.
El punto G femenino, que corresponde al “Punto Sagrado” en el Tantra, es una parte esencial del masaje Yoni. Para llegar hasta él es necesario girar la palma de la mano hacia arriba e introducir el dedo mayor dentro de la vagina. Es fácil de reconocer, pues se trata de una zona esponjosa, diferente del resto del órgano sexual femenino.
Una vez ubicado este punto, se han de aplicar movimientos en círculo y es en este preciso momento cuando la mujer puede llegar a alcanzar el orgasmo. De ser así no se debe abandonar el movimiento sino que se debe suavizar para aumentar la excitación y extender el clímax lo máximo posible.
El Tantra y el control de la eyaculación
En el neotantra, una seudofilosofía que se ha desarrollado en Occidente en el final del siglo XX, existen muchas personas que practican el control de la eyaculación como forma de aumentar la energía masculina y mejorar sus relaciones sexuales. Para ello utilizan su respiración controlándola por medio de técnicas destinadas al control muscular.
El control de la eyaculación también permite un disfrute más prolongado del masaje tántrico y colabora con la obtención de una mayor relajación.
A diferencia de lo que sucede en las relaciones sexuales cuyo objetivo es alcanzar el clímax, en el masaje tantra-erótico no existe este fin. Solo existe un aquí y ahora que permite centrar toda la energía y atención en el momento presente.
Sin embargo, aunque el fin del masaje erótico tántrico no sea el orgasmo, es muy probable que al finalizar el mismo no puedas evitarlo, sobre todo si el masaje incluye un Lingam o un Yoni. Y esto sucede porque la energía que corre a través del cuerpo mientras eres masajeado se convierte en oleadas de placer.
Beneficios del masaje tantra-erótico
El masaje tantra-erótico brinda tantos beneficios al cuerpo, a la mente y al espíritu que sería una tarea faraónica llegar a mencionarlos todos. Pero veamos a continuación cuáles son los más relevantes.
El masaje tantra-erótico:
● Activa la energía vital, permitiéndote ser más prolífico en tus tareas del día a día. ● Disminuye el estrés laboral.
● Transforma la rutina en un ilimitado paraíso de nuevas ideas.
● Hace que tu cuerpo esté libre de tensiones musculares.
● Libera tu mente de pensamientos negativos.
● Aumenta la creatividad de forma constante.
● Mejora considerablemente las relaciones de pareja.
● Aumenta la necesidad de socializar, por lo que atraerá nuevos amigos y mayor felicidad a tu vida.
● Fortalece la confianza en ti mismo.
● Renueva el cuerpo, la mente y el espíritu, permitiendo un mayor autoconocimiento. ● Permite descubrir nuevas zonas de placer en nuestro cuerpo.
● Incrementa el deseo y la energía sexual.
● Activa las glándulas sudoríparas y hace que la piel se vea más brillante y más joven. ● Desprende la piel seca y acelera el proceso de renovación de la misma.
● Procura un mayor bienestar físico puesto que incrementa el oxígeno muscular.
● Abre tus chakras, algo que permite una conexión más íntima contigo mismo.
● Ayuda a equilibrar las emociones y a controlar mejor los impulsos negativos.
● Disminuye la ansiedad y aumenta la positividad.
● Colabora en la superación de traumas sexuales.
● Pone en contacto con lo Divino tu verdadera esencia.
Resumiendo, el placer sexual vivido a través del Tantra es muy diferente del que se experimenta por medio del acto sexual tradicional y profano. En el Tantra no son el hombre y la mujer quienes hacen el amor sino que se unen dos universos conectados entre sí a otro nivel.
En lugar de estar centrado en un placer egoísta, el masaje tantra-erótico se abre al universo corporal de quien es masajeado. El orgasmo no se impide, pero no es lo que importa realmente ni para Shakti ni para Shiva. El clímax deviene en revelación Divina.
Y tu, ¿has vivido en carne propia un masaje tantra-erótico? Déjanos en los comentarios qué te ha parecido la experiencia.