Si quieres dar un masaje de pene o língam a tu pareja, aquí te diremos todo lo que necesitas saber sobre el tema. Lo primero que debes entender es que este tipo de masaje erótico tiene la única intención de hacer que tu pareja se sienta bien.

No se trata de masturbar lentamente

Un masaje de pene es diferente a una paja. Es algo mucho más lento y mucho más sensual. También tiene un propósito diferente en el sentido de que su objetivo no es actuar como un juego previo. Tampoco se busca provocar la eyaculación.

Lo importante del masaje de pene es darle a tu pareja una experiencia agradable.

Además, un masaje de pene se da sin esperar nada a cambio. En otras palabras, cuando das un masaje de pene, solo se trata de tu pareja. Por lo tanto, él puede recostarse y disfrutar de su masaje erótico.

Tampoco existen determinadas expectativas. Es decir, el pene hará lo que tenga que hacer. Por lo tanto, si la eyaculación se presenta temprano, no hay problema. Igualmente si el pene se pone flácido o tarda mucho tiempo en ponerse erecto, también está bien.

En consecuencia, tu pareja puede relajarse sin tener que preocuparse por toda esa ansiedad de satisfacer sexualmente.

Las claves para dar un masaje de pene exitoso

Comodidad

Es importante que encuentres una posición que sea cómoda para los dos. Si los músculos de tu pareja se cansan o le duelen, deseará que el masaje termine pronto. Por supuesto esa mentalidad arruinaría el propósito del masaje.

Cualquier posición en la que te sientas cómoda y te brinde fácil acceso al pene de tu pareja funcionará. En caso de que necesites cambiar de posición, no hay problema con ello. Interrumpirás brevemente el masaje, pero eso es mejor que sentirte adolorida.

Utiliza mucho lubricante o aceites esenciales

Necesitarás mucho lubricante para dar un masaje de pene. En este caso el principal objetivo es reducir al mínimo la fricción. La saliva puede funcionar si solo quieres hacer una paja rápida.

Sin embargo, no es lo más adecuado para un masaje de pene. Lo que pasa es que la saliva se seca demasiado rápido. Además, nuestras glándulas salivales no producen suficiente salida como para “satisfacer esa demanda”.

Evita el uso de lubricantes a base de agua. A menudo se ponen pegajosos al poco tiempo de aplicarlos. Incluso suelen absorberse demasiado rápido, aunque por otro lado son los más adecuados para juguetes sexuales.

También es recomendable que tengas cerca una toalla. Tus manos estarán demasiado húmedas y también la pelvis de tu pareja.

Explora el pene

Como se indicaba anteriormente, el masaje de pene debe ser lento y sensual. Esto significa que debes darte el tiempo para explorar el cuerpo de tu pareja. Por lo tanto, debes familiarizarte con la forma del pene.

También debes estar atenta a cómo reacciona el pene cuando lo acaricias en un determinado lugar o de cierta manera.

Acaricia todas las zonas del pene

Básicamente el pene tiene cuatro zonas separadas a las que debes prestar mucha atención. Estas son: el escroto, el tronco, el glande y el frenillo. Este último es ese pequeño tejido que se encuentra en la base del glande o capullo.

En otras palabras, al dar un masaje de pene debes asegurarte de acariciar estas zonas en más de una ocasión.

También puedes usar juguetes sexuales

Es verdad que no todos los hombres usan juguetes sexuales. Pero si tu pareja está de acuerdo, puedes utilizar algún tipo de consolador para proporcionar un placer adicional. Además, puedes alternar el masaje con el juguete.

Mantén una comunicación constante

No todos los penes son iguales, algunos son mucho más sensibles que otros. Por ello debes asegurarte de que al dar un masaje de pene, lo estés haciendo de la forma correcta y dando a tu pareja un momento agradable y placentero.

Existe la posibilidad de que a tu pareja no le guste que apliques demasiada presión en sus testículos. Incluso puede ser que no le guste la técnica que intentas realizar. Ya sea que le preguntes directamente, o que te compruebes sus reacciones, siempre mantén una comunicación constante a lo largo de todo el masaje.

Presta atención a su respiración

Mientras estás haciendo el masaje de pene, presta atención a su respiración. También comprueba la tensión de sus músculos y sus gemidos. Si consideras que está a punto de eyacular, retira tus manos de su pene.

En lugar de provocar una eyaculación, acaricia sus testículos hasta que disminuya su excitación. Si esto es demasiado, puedes optar por acariciar sus muslos por unos instantes.

Una vez que se relaje nuevamente, reanuda tus caricias y haz lo mismo si sientes que se encuentra cerca del orgasmo. Con esto prolongarás la eyaculación, y cuando esta suceda, será mucho más intensa y placentera para tu pareja.

Conclusión

Si nunca has dado un masaje de pene, es buen momento de que lo hagas. Además de ser un masaje erótico, es altamente relajante y romántico. Adicionalmente, este tipo de masajes te permiten aprender un poco más sobre el cuerpo de tu pareja.

Incluso puedes aprender nuevas formas de darle placer. Mejor aún, ambos se sentirán más cerca el uno del otro una vez que terminen.