Masajes eróticos y Sexo tántrico

El masaje erótico combina movimientos y sensaciones placenteras para el cuerpo totalmente. 

Dentro de este masaje se pueden experimentar sensaciones y satisfacciones muy placenteras, el objetivo final de este tipo de masaje es que la persona a la que se le hace pueda llegar a un orgasmo placentero.

Acerca del masaje erótico.

El masaje erótico es uno de los aliados principales para comenzar un acto sexual completo y lleno de pasión, este tipo de técnica puede llegar a despertar nuevas sensaciones, placeres y sentidos de deseo. 

Se trata de un conjunto de movimientos que logran darle descanso y tranquilidad al cuerpo. 

El sexo tántrico y el masaje erótico.

El sexo tántrico es uno de los productos que pueden llegar a surgir de un masaje erótico. 

Se trata de una satisfacción espiritual mediante el sexo basada en el tantra, esto quiere decir que el objetivo del sexo tántrico es conseguir la máxima satisfacción del cuerpo ayudado de todas las partes del cuerpo o al menos de la mayoría, no solo de los genitales y es aquí donde el masaje erótico y el sexo tántrico se unen. 

Durante el proceso de un masaje erótico se tocan partes del cuerpo que probablemente nunca habías pensado en que te podrían causar placer y sin embargo te ayudaron a sentir más. 

Y de esto también se trata el sexo tántrico, pues está enfocado en que los individuos  alcancen el mayor grado de éxtasis pero con la diferencia de que no hay superioridad de un sexo sobre el otro, tabúes o reglas morales, es un sexo libre.

Secretos principales para disfrutar del sexo tántrico. 

El sexo tántrico es una práctica sexual que lleva años que se está disfrutando, tiene un origen oriental de miles de años de antigüedad, donde el objetivo principal no se trata únicamente de la eyaculación, sino de tener sensaciones y conexiones únicas con uno mismo y con el universo.

Se trata de tener cada sentido en percibir cada caricia, roce, beso o toque. 

Por ello es que el masaje erótico es una fase o ejemplo del sexo tántrico. 

Para poder llegar al estado de éxtasis que tiene como objetivo el sexo tántrico, existen secretos que te ayudarán a lograr dicho objetivo. 

Preliminares. 

Antes de iniciar con el acto sexual, debes de comenzar a despertar todos tus sentidos y tener concentración. 

Comienza situándose frente a frente con tu compañero mientras están sentados, comienza a acariciarse lentamente y con mucha suavidad, traten de tocar partes del cuerpo con las que no han experimentado, tal vez descubran que pueden sentir placer en otros lugares.

Respiración. 

Tener control de la respiración es algo que les ayudará para sincronizarse completamente, sin dejar de mirar a los ojos, presta atención a la respiración del otro mientras hacen caricias.

Energía Kudalini. 

Esta energía hay que respetarla, se encuentra dormida en la base de la columna vertebral, esta energía tiene como objetivo despertar cada chakra escondido en el cuerpo y así, poder canalizar emociones y cerrar heridas emocionales. 

Sigue los pasos anteriores y esta energía debe de ir despertando paulatinamente conforme avanzan.

Contención de la eyaculación.

Una de las claves principales para poder lograr un sexo tántrico es que el hombre se abstenga de eyacular, con esto podrás llegar a sentir el mayor éxtasis. 

Te puedes ayudar de varias técnicas para contener el orgasmo.

Un orgasmo seco. 

En varias religiones el semen es considerado una energía valiosa que no debe desperdiciarse, por ello, es que una de las principales claves en el sexo tántrico es evitar y contener la eyaculación, pues al hacer esto contribuyes a que la energía de la expulsión del semen recorra todo tu cuerpo, así es como el sexo tántrico llega a tener lugar. 

Recuerda que un masaje erótico puede ser el buen inicio de un sexo tántrico, también recuerda que es importante ir cumpliendo con cada secreto respectivamente y al final conjuntarlos en un todo. 

Así, podrás llegar a vivir la mayor experiencia de energías, sensaciones y emociones en todo tu cuerpo que te harán generar una conexión especial con el universo y con el alma mismo, tanto en ti como en tu compañero o compañera y también, una conexión entre ustedes mismos.